Interviu_1976_10_No22_Spain.pdf

(21023 KB) Pobierz
Añal H-Zl
14-20
octubnmn
40f^as
• f PIROP
el ligue
/jr
de la calle
SPINOLA
La derech
trasnocha
GUIPÚZCOA
OTRA VEZ
SANGRE
SYLVIA KRISTEL
más allá de
EMMANUELLE
La ultinna razón ,
por ka que
yd
llevara
un Selection Royd
será por saber la ñora
Porque para saber la hora sola-
mente le hace falta llevar un reloj y
SELECTION ROY A l es mucho más,
es uno pequeña máquina de tiem-
po.
El tiempo no d e b e molestar.
N i siquiera en la muñeca.
dos años completos.
N o se preocupe por el día
en que vive. SELECTION RO-
YAL se lo dirá incluso a 3 0
metros d e profundidad. En lo
oscuridad más absoluto.
A veces el reloj se quedo en
cosa. SELECTION ROYAL pue-
d e quedarse descansando.
Mediante un sistema de bloqueo
de pilas Vd. puede desconectar
el poso de energía, ahorrando
la carga de electricidad de lo
pilo de SELECTION ROYAL.
Un pequeño ahorro pero muy
práctico. O si no, pregúntese-
l^,
lo o su relojero. Su SELEC- »*ÍÍJ
TION ROYAL ha podido ^
«descansar» un par de m e - * * í ,
,^^
ses hasta que Vd.se lo
'I'*;'j*i
ha colocodo en <;u
>I'V***
muñeca.
-Z'»'*'**
í^^^^i
BM/M
SELECTION ROYAL es extrapla-
no. Pora ser más exacto, es el más
plano cronógrafo-cronómetro que
se produce en el mundo basado en
el producto del electro-cuarzo.
Sus 8 mm. de espesor hacen ue
SELECTION ROYAL algo cómodo y
bello además, de práctico.
La vida no es siempre tran-
quila. S E L E a i O N ROYAL está
preparado.
4
i
Incluso en los años bisiestos. Por-
que su circuito impreso esto progra-
mado para cambiar automáticamen-
te, y durante 4 años, lo información
sobre meses de 28, 30 y 31 días.
Siempre sabrá en que día vive. In-
cluso en los años bisiestos.
8 dimensiones d e lo medida
exacto del tiempo. SELECTION
ROYAL no podía dar menos.
( ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^
No siempre interesa la hora. A
veces un minuto, incluso un segun-
do, se convierte en oigo muy impor-
tante. Poro
SELECTIC5N
ROYAL el
tiempo es muy importante, y lo mimo.
Exactitud de electro-cuarzo.
Exactitud segundos-minutos-horo-
dío-mes-cronómetro-luz. Toda ello
por separado o, si Vd. lo quiere, al-
ternativamente. Con sólo apretar
un botón SELECTION ROYAL hoce
aparecer en su nuevo visor de for-
ma cíclica todos los datos.
o
<
u
z
Z
O
o
3
Para
los golpes, los prisas, poro
este mundo donde el tiempo es ca-
da día más importante, más rápido,
más dinámico.
Aviones, cambios de presión, gol-
pes, enganches, prisas. Pora vivir en
su muñeca su agitada vida. SELEC-
TION ROYAL, cristal de cuarzo. De
-10° a +óO°. Exactos en un 99,999%
Y si algún día desfallece no se preo-
cupe, se lo garantizamos durante
SdcctioiKoval
Precisión, en la medido del tiempo.
2 arlos de gorontío
interviú
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ANTONIO ALVAREZ SOUS
Director qecntiYO
DARÍO GIMÉNEZ DE CISNEROS
Redactar Jefe
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\
Se solicitará el control de O. J. D.
El
prisma
de Manuel
Martin Ferrand
Anaraiyado
E
L paquete —paquetito— de medidas econó-
micas ya está sobre la mesa, y con ello el
Gobierno Suárez ha dado un paso —pasito-
importante en su programa. Hay mucho que reto-
car a partir de lo anunciado, pero más vale, en
materia económica, un programa raquítico, in-
completo y no demasiado brillante, que la caren-
cia de programa alguno. Ajunque poco, ya sabe-
mos a qué atenemos.
A este plan de estabilización económica han
de seguir ahora importantes medidas guberna-
mentales. Lx>s últimos asesinatos guipuzcoanos,
el vandalismo de la extrema derecha y la actitud
generalizada de las grandes masas del país hacen
urgente una aceleración del ritmo reformista ini-
cialmente previsto por el Gobierno. Las institucio-
nes no están a la altura de las circunstancias y ca-
recen,, en cualquier caso, de la verosimilitud que
cabe atribuiríe al presidente Suárez.
La descomposición de la herencia franquista,
sumada a la balbuciente actitud de la oposición,
exige rápidas elecciones y nuevos planteamientos
para que se salve lo que importa: la unidad nacio-
nal, la dignidad de la Corona y la independencia
de las Fuerzas Armadas. Esos son tres pilares In-
controvertibles para el futuro democrático del
país, y no deben, en ningún caso, ser salpicados
por la sangre callejera, la nostalgia estéril o inte-
resada y los intentos de salto hacia el vacío.
En ese sentido, valdría la pena recordar una
coplilla muy popular en tierras alicantinas: "En
cas de gran compromís — el alcalde en ocasions
— pot passar-se pels collons — totes les liéis del
país".
Lo que importa es la nación: su futuro y sus
hombres. Lo demás ya es todo discutible y nego-
ciable. Ni la barabúnda cómica de la sopa de le-
tras, ni el intento de la fabricación de nuevos regí-
menes originales ni excluyentes, ni el respeto a
intereses no siempre respetables, pueden o de-
ben comprometer un ápice el camino emprendido
hacia la democracia para que éste sea mañana un
país digno, justo, libre y en paz.
un ciudadano medio: ni pobre como un peón
eventual del campo, ni rico como algunos de los
doscientos supermillonaríos del país. Es posible
también que, con dificultades, se ejercite usted en
la "virtud" del ahorro: ru) en vano durante años se
ha predicado desde todas las tribunas que hay
que ser hormiga y huir, ¡como del diablo!, de la
actitud de la cigarra.
Bueno, pues si usted ahorra, está, económica-
mente, haciendo el ridículo. Posiblemente su aho-
rro sea en estos momentos la única fuente finan-
ciera del desarrollo del país, pero nadie le paga
renta por ello.
El interés que su ahorro recibe es, en cualquier
caso, mucho más bajo del índice del aumento del
coste de vida. Cuando la inflación crece, y en
ello estamos, o se retribuye más copiosamente el
ahorro, o hay que convertirse en deudor. Es la
única defensa de las economías modestas.
Violeta
E
L mundo occidental comienza a reformar
sus calendarios. La semana pasada, en Ita-
lia, por ejemplo, han desaparecido del mapa
media docena de festividades religiosas que con-
llevaban jornadas no laborables. Los italianos no
disfrutarán ya de vacaciones en días como San
José o el Corpus. La economía, para la que pintan
bastos, trata por todos los medios de jugar alguna
baza a oros.
La Santa Sede, consciente de la dificultad ma-
terial del tiempo que vivimos, dio visto bueno al
proyecto del Gobierno italiano.
Aquí, mientras tanto, a las festividades religio-
sas se unen las patrióticas, las provinciales, las lo-
cales, las gremiales y las profesionales, hasta lle-
gar a perfilar el calendario laboral menos activo
de todo el mundo occidental. Si a ello añadimos
la incidencia de las horas no trabajadas en razón
de huelga y otros conflictos laborales, tenemos
un argumento importante en la justificación de la
crisis económica que padecennos, y que comienza
a adquirir tintes dramáticos.
Según palabras del cardenal Tarancón —en
una magnífíca entrevista de Ladislao Azcona en
Radio Nacional—, no llega a la mitad la población
hispana a la que se puede considerar como prac-
ticante. De esa mitad ya son muchos menos los
que, además de practicar su catolicismo, viven
consecuentemente con los principios que animan
su fe. Visto así, ¿se justifica un santoral generador
de las vacaciones en un país en el que más de la
mitad de la población carece de fe?
Atnaríllo
E
XISTEN muchas posibilidades de que us-
ted, lector, no pertenezca a la gran oligar-
quía o de que sus ingresos le obliguen a ha-
cer ciertos equilibrios a la hora de plantearse sus
gastos. Vamos, que muy posiblemente es usted
Siunario
».•
2 2 -
9
#
1 4 - 2 0 de octubre de 1 9 7 6
El prisma,
de Martín Ferrand,
3 .
Erase una vez un país,
por A n t o n i o
Al-
va rez Solís,
5.
Eufemiano Fuentes: Terminó el drama;
sigue el misterio, 8 .
La Ex-paña,
de Martín Morales,
1 0 .
Spinola, la reacción trasnochada.
En-
trevista de Isabel Castilla,
1 1 .
#
9
#
Editorial
Fraga, la derecha tal cual es.
Diálogo a fondo y sin tapujos
con el inspirador de la quíntuple
alianza de las derechas,
1 8 .
Hablemos ciato
En estos últimos dios —para ser
exactosf dos semanas— un determina-
do sector de la prensa^ de fisonomía
fácilmente reconocible^ se ha rtferido
al tema de las llamadas revistas "eró-
ticas** con sospechosa y coincidente
persistencia. Y lo ha hecho de numera
tan oportunista y con tanta malafcy
que nos sentintos obligados a romper
nuestro silencio editorial para poner
las cosas en su hiffar.
En primer higary quienes Uaman
eróticas a ciertas publicaciones no
han preguntado al publico lector cuál
es su opinión. Se han linUtado a lla-
¥narlas eróticas^ a veces incluso por-
nogréficasj quisa convencidos —tras
una pesada práctica que arrastran
desde hace Meadas— ae que el lector
no tiene opinión y que^ por lo tanto^
hay que seguir decidiendo por qué
es y cómo debe llamarse cetda cosa, y
más aán^ si es buena o nuda^ adecua-
da o perniciosa. Y aunque el lector es-
tá dispuesto a recibir (dgún que otro
humilde consejo, cabe pensar que está
cansado de que otros ejerzan su sa-
reído derecho de pensar y el^ir K-
remente. Es decir, está harto de ser
tratado de tonto, ignorante e inmoral.
Esta revista ha sido tachada de
erótica por un sector de la prensa dia-
ria y no diaria de nuestro país. ¿Qué
significa este rótulo? Lo hemos dicho
otra»
vece»:
INTERVIÚ
no
puede ser
definida coma una revista
erótica
porque en algunas de sus páginas
aptirezcan chicas con poca o ninguna
ropa. Sería tan Ugero contó ttemtarla
rel^iosa por haber publicado artícu-
los sobre monseñor L^bvre. No. Es-
ta revista es algo más que erótica, y si
el erotismo está presente en ella, jun-
to a otros temas, se debe simplemente
a que forma parte de la reatidady a
qtte también expresa td ser humano.
Lo cierto es que deben existir otras
razones —que, al parecer, se le esca-
pan a este sector de la prensa súbita-
mente atacado de puritanisma— para
que INTERVIÚ venda cada semana
cuatrocientos mil ejemplares a cua-
trocientos mil españoles, que serán
leídos a su vez por un millón y medio
de personas, a quienes se menospre-
cia cuando se menomrecia la revista.
¿Qué le duele en verdad a esta prensa
quejosa? ¿Que en las páginas de
nuestra revista, entre los reportajes
vivos, las entrevistas incisivas, las
secciones Jijas o los trabctjos de inves-
tüfoción aparezcan los senos de una
señora? ¿O que vendamos cuatrocien-
tos mil ejemplares de una revista de
información?
Hablemos claro. Seamos sinceros.
Si lo que le duele a este sector de la
prensa es el éxito de INTERVIÚ, su
excepcional penetración en el merca-
do, antes de disfrazar su disgusto de-
biera preguntarse por las causas de
este éxito. Para nosotros la respuesta
es que hacemos un periodismo valien-
te^ imaginativo^ sin prejuicios^ lejos
del aburñmiento y la hipocresía, Y
que nos esforzamos caída tKa más pa-
ra bríndar al lector la revista que se
merece.
¿Qué pasará?,
por Rafael Lafuente,
2 3 .
Vilé Reyes lo cuenta todo.
Segundo
capítulo de la autobiografía del hombre
de MATESA,
2 4 .
Sylvia Kristel: Más allá de Em-
manuelle.
Entrevista y amplio
reportaje gráfico a uno de ios
mitos del erotismo contemporá-
neo, 2 8 .
#
Las españolas sin sostén:
Bárbara Rey.
Por Yaie.
3 8 .
Asi mataba Landrú.
Capítulo I I I : Hallaz-
gos macabros,
4 0 .
Piropos, el ligue de la calle.
Reportajes
de Luis Cantero y José Calabuig,
4 6
Los ecos sociales,
de Julio Cebríán,
4 9 .
El tercer sexo en pantalla, 5 1 .
"Wanted for President", 5 4 .
La fruta amarga, 5 6 .
Cuestión de pelotas,
por Alex J . Boti-
nes,
5 9 .
Pamplona quiere a su alcalde,
por J e -
sús Martínez y Carlos Erce,
6 0 .
#
9
9
9
9
9
9
9
f
Guipúzcoa: Otra vez sangre.
M i -
nucioso relato del atentado que
costó la vida a Juan María de
Araluce y Villar y a otras cuatro
personas. Por Felipe Iguiñiz, 6 2 .
Diario íntimo de (in peño-
O
dista, 6 6 .
intervki
»
una vez
un país...
por A, Alvarez Solis
• £ LffMOVAJff
D I LA
VIOLINCfA
La muerte del presidente de la Dipu-
tación guipuzcoima, señor Araluce, ha
dominado y caracterizado a la semana
política. El país ha vuelto a estremecer-
se. Como se estremeció cuando cayó
asesinado en Madrid el estudiante Car-
los González. Pero en este caso el estre-
mecimiento ha ido unido al temor. Tras
la muerte de Carlos González no podía
suceder nada con trascendencia nacio-
nal; absolutamente nada. Carlos Gon-
zález moría envuelto en su propia im-
potencia y en la impotencia de quienes
venía a simbolizar, de alguna mane-
ra, con su muerte. Pero tras la sangre
del señor Araluce, el país temió, y aún
teme, que se levanten más sombras,
más negruras sobre el presente y el fu-
turo inmediato de la colectividad espa-
ñola. Toda una máquina abastecida
por la extrema derecha y sus aliados
- y ahí no hay impotencia— puede JK»-
nerse en funcionamiento para instru-
mentar desde actos represivos de res-
puesta hasta iniciativas de alto remgo
en lo que se refiere a la marcha de la
gobernación del Estado. Al Gn y al cabo
no puede perderse de vista el papel que
el señor Araluce jugaba en elrneu-codel
más radical conservadurismo español,
puesto de relieve cuando rompió sus
lazos con el Partido Carlista al iniciar
esta organización su ruptura con el Ré-
gimen español. El señor Araluce, que
había sido hombre muy importante en
el dispositivo carrerista en Guipúzcoa,
se alineó entonces con personalidades
como José L. Zamanillo, José María
Valiente y la familia Oriol, que prefirie-
ron asentarse en posiciones cercanas a
don Sixto de Borbón, con rechazo para
la figura y el pensamiento de don Car-
los Hugo. Precisamente el papel jugado
por el señor Araluce en este frente inte-
grista llevó al señor Zamanillo a subra-
yar la muerte del presidente de la Di-
muerte del señor Araluce, bajo unas
balas que han producido a la vez un
grave impacto en la situación política
española, como se han encargado de
proclamar todos los partidos que for-
man la oposición, desde la derecha li-
bersil al mismo Partido Comunista. Mu-
chos españoles contemplaron con gra-
ve preocupación los excesos cometidos
en el centro urbano de San Sebastián,
por grupos de ultraderecha que, tras el
sepelio de los restos del señor Araluce,
llegeu^n a tirotear establecimientos y a
desalojar a punta de pistola algunos es-
pectáculos. Se ha de decir que la preo-
cupación zmte tales hechos nace, más
que de la entidad de los sucesos en sí,
de las amplias posibUidades operativas
que parecen asistir a estos elementos
extremistas en acciones de respuesta,
provocación o represalia, según los
casos.
£1 psiís teme, razonadamente, que
tales acciones puedan implicar a fuer-
zas que si de momento están pasivas
podrían ponerse en movimiento apun-
tsmdo hacia horizontes de cuya sustan-
cia da cuenta debidamente la pancarta
lucida diu°ante el sepelio del señor Ara-
luce y en la que se pedia el "Ejército al
poder". Se ha de decir al respecto que
la postura del Ejército sigue siendo de
rigor constitucional y de mantenimien-
to de la serenidad en su propio marco,
más allá de tensiones que en ningún
momento han trascendido a la calle.
Parece opinión general la repulsa
ante esta muerte, que tanto daña a la
ya difícil y confusa tarea democrati-
zante en que unos y otros están empe-
ñados con mejor o peor suerte. La calle
ha respondido con una nueva condena
de los actos violentos, condena que ya
se había producido en Andalucía, Ma-
drid y el propio País Vasco con ocasión
del trágico final de algunos estudiantes
y trabajadores. Piensa la calle que el
Gobierno se encuentra en la grave p i ^
cisión de reprimir todas estas violen-
cias, aclarando en todo caso circuns-
tancias y autores de tan acres aconteci-
mientos.
putación guipuzcoana, con las siguien-
tes graves peilabras pronunciadas en
las Cortes ante los procuradores ads-
critos a la Comisión de Leyes Funda-
mentales y que vienen a constituir el
más grave ataque lanzado contra el
Gobierno desde el seno de la Cámara:
"Sólo se nos ofrecen declaraciones alti-
sonantes, paleibreria hueca que no pue-
de satisfacer a los españoles. El Gobier-
no, se nos ha dicho, no caerá en la
trampa. Pero
\oi
que cayeron en la
trampa fueron los cinco asesinados".
Esta ofensiva ultra contra el Gíibinete
Suárez —que, según el señor Zamanillo,
"nos está conduciendo a estas trágicas
situaciones que constantemente lamen-
tamos"— tuvo su más rotunda
expre-
sión periodística en un duro editorial
de "El Alcázar" que acusa al Gobierno
del "incierto y oscuro horizonte al que
se Ueva gratuitamente a España".
Sí, temor ha suscitado en la calle, al
mismo tiempo que estremecimiento, la
Zgłoś jeśli naruszono regulamin